Muchos problemas afligen a los humanos:
- Si soy cristiano, ¿cómo puedo aceptar que todavía sufra por los traumas del pasado?
- ¿No se perdonó todo mi pasado?
- ¿Por qué, entonces, me siento todavía deprimido e inferior a los demás?
- ¿Cómo podré perdonar a alguien que me ha hecho tanto daño?
- Si Dios me ama tanto, ¿por qué no me saca del lío en que estoy metido?
- ¿Cómo puedo consolar a los que pasan por un gran sufrimiento?
Valiéndose de muchas ilustraciones tomadas de su experiencia de consejera en el campo misionero, Airline Westmeier demuestra que Jesús murió para sanar nuestras heridas psicológicas, lo mismo que para perdonar nuestros pecados y curar nuestras enfermedades.