Basándose en las vidas de Moisés, David, José, Jonás y otros hombres de la Biblia que se enfrentaron a lo peor, Evans arranca a los hombres de su fracaso y declara "¡Basta ya!". Basta ya de no ser el hombre que Dios quiere que sea.
No hay excusa que valga. Evans nos demuestra que las luchas a las que nos enfrentamos ayer y hoy son precisamente los instrumentos que Dios emplea para hacernos mejores hombres para el mañana.