Posiblemente controlar la lengua puede resultar en frustración, pero aún existe esperanza para cambiar. Los patrones que determinan la manera de hablar, pueden ser transformados.
En está práctica obra aprenderá a construir y desarrollar elementos que le permitirán compartir conversaciones que ayudarán, animarán y fortalecerán a las personas con las cuales nos relacionamos, lo cual es posible mediante el control del Espíritu Santo.