Todos somos discipulados.
La verdadera pregunta es:
¿Qué nos está discipulando?
La mayoría de los cristianos hoy en día son discipulados por medios populares, eventos ostentosos y teología tradicional porque las iglesias han descuidado su responsabilidad de hacer discípulos. Pero la iglesia no es una plataforma secundaria en la misión de Dios; es la plataforma principal que Dios usa para que Su pueblo crezca a la imagen de Jesús. Por lo tanto, como líderes en la iglesia, es nuestra responsabilidad principal establecer entornos y relaciones donde las personas puedan ser entrenadas, crecer y ser enviadas como discípulos.
Hay tres elementos indispensables del discipulado:
-Aprender a participar en la historia bíblica (la Biblia).
-Crecer en nuestra confesión de quién es Dios y quiénes somos nosotros (teología).
-Participar regularmente en acción intencional privada y corporativa (disciplinas espirituales).
Discipulado profundo equipa a las iglesias a reclamar la responsabilidad de discipular a las personas en cualquier punto de su jornada.