"El poder espiritual. .. es resultado de la obra del Espíritu Santo," dice Ryrie en la introducción. "No hay tema alguno, por consiguiente, que pueda tener mayor significación para el hijo de Dios que el del Espíritu Santo ... el conocimiento tanto de su personalidad como de su obra es fundamental para la vida y la devoción cristianas."
Tras un análisis de la personalidad, la deidad, y las representaciones del Espíritu, Ryrie considera su relación con la creación, la revelación, y la inspiración, con el hombre en el Antiguo Testamento, y con Jesucristo. Se examina la cuestión del pecado contra el Espíritu Santo. Todos sus ministerios se consideran en conexión con las doctrinas de la gracia común y la gracia eficaz, la regeneración, la presencia, el bautismo, el sello, los dones espirituales, y la plenitud del Espíritu. Aspectos adicionales incluyen la escatología, la historia doctrinal del Espíritu Santo, y una bibliografía selecta. Es un libro conciso y sumamente valioso sobre un tema de vital importancia.