¡El no perdonar nos roba la capacidad de amar!
El amor no crece solo. Debe alimentarse cada día con palabras de afirmación, afecto, confianza y diálogo. Cuando dejamos que el rencor, la amargura y la falta de perdón se apoderen de nosotros, vamos matando el amor lentamente hasta producir un distanciamiento que se manifiesta con indiferencia, gritos, silencios que castigan y recriminaciones.
El perdón es el puente que facilita el diálogo para recuperar la confianza, y fortalecer la relación. Si no pedimos perdón y no perdonamos, podríamos matar la ilusión y la alegría de vivir juntos.
Recuerda...
- En una discusión, la mejor solución la alcanza la humildad.
- No acumules situaciones sin perdonar o pedir perdón.
- La queja, el reclamo, los insultos y la burla alejan el amor.
- Comunícate con amabilidad.
- Admite los errores.
- Decide cada día que darás lo mejor de ti para hacer crecer la relación.
Cuando hay amor de verdad jamás es tarde para apreciarlo. ¡Hoy es un buen día para pedir perdón, y volverlo a intentar!