Cuando Jesús se enfrenta con el sufrimiento, mira, siente compasión y actúa. Este patrón se puede encontrar no sólo en la vida de Jesús, sino también en Su enseñanza. El buen samaritano ve, siente compasión, y luego ayuda. El padre del hijo pródigo busca a su hijo, siente compasión, y luego corre a saludarlo.
Tres enemigos de la compasión son juzgar, la auto-justificación, y el legalismo. La historia del ciego en el Evangelio de Juan capítulo 9 es un estudio acerca del juzgar versus mirar. Jesús y los discípulos van caminando juntos, pero sólo Jesús mira al hombre; los discípulos simplemente juzgan.
El amor de Jesús sigue el patrón de Su encarnación. El amor encarnado,entra al mundo de la persona para luego amarla. La Regla de Oro es una invitación a encarnar el amor de Jesús.