“El panorama que descubrió Amir al regresar a la aldea resulta distinto de lo habitual. Contempló cómo rojizas lenguas de fuego devoraban las pajizas cabañas de su poblado. Eso no era lo peor, lo que realmente sobrecogió al muchacho fue las sucesión de cuerpos inmóviles que tachonaba de muerte las calles. Ni en sus peores pesadillas hubiera podido imaginar que contemplaría lo que encontró en ese momento”.
La esclavitud no es un drama del pasado sino una tragedia del presente. En esta novela, César Vidal la aborda tal y como acontece a principios del siglo XXI. De esta manera, el lector se verá sumergido en un relato que lo sacudirá llevándolo a contemplar el mundo de otra manera. Es tristemente cierto que la esclavitud sigue siendo en nuestros días un negocio muy rentable para aquellos que la perpetúan. También debe ser un llamamiento a la conciencia para todos aquellos que desean un mundo más justo y, en suma, mejor.