Con ejemplos tomados de la historia, una breve pero completa exploración de las principales interpretaciones, y una mirada a la significación particular de la creación de seres humanos, Lennox sugiere que los cristianos pueden prestar atención al conocimiento científico moderno, mientras permanecen fieles a la narración bíblica. Él se mueve más allá de una respuesta simple a la controversia, insistiendo que Génesis nos enseña mucho más acerca del Dios de Jesucristo y sobre la intención de Dios en la creación que sobre la edad de la Tierra.