Andrew Murray nació el 9 de mayo de 1828 en Graaff-Reinet (El Cabo, Sudáfrica). Su padre era pastor vinculado a la Iglesia Presbiteriana de Escocia, que a la vez mantenía estrecha relación con la Iglesia Reformada de Holanda, que contribuyó a revitalizar con su ardoroso espíritu cristiano escocés. Este hombre singular dedicaba las veladas de los viernes a orar por un avivamiento espiritual en Sudáfrica.
Fue enviado por sus padres a estudiar a su natal Escocia a estudiar en la Universidad de Aberdeen. También estudió en la Universidad de Utrecht (Holanda), donde, a los 16 años de edad, experimentó el nuevo nacimiento.
En 1848 fue ordenado al ministerio de la Iglesia Reformada de Holanda, cuando sólo contaba 20 años. Pastoreó diversas iglesias sudafricanas en Bloemfontein (1850-60), Worcester (1860-64), Cape Town (1864-71) y Wellington (1871-1906).
Aquejado de una infección en la garganta en 1879 perdió su voz durante casi dos años, de la que fue sanado en el hogar de los Bethsham en Londres. A raíz de esta experiencia creyó que según la Biblia los dones milagrosos del Espíritu no se limitaban únicamente a la Iglesia primitiva. Como otros maestros de santidad y vida victoriosa se refirió al bautismo del Espíritu Santo como una experiencia posterior a la regeneración. Para él, la forma como se es bautizado puede ser muy diferente: una renovación gozosa de la fe, una sensibilidad espiritual especial, una percepción profunda y callada de Dios o una intensa devoción al Señor.
Partio hacia su Patria Celestial pocos meses antes de cumplir los 89 el 18 de Enero de 1917.