El cristianismo es una religión sorprendente. Ha cambiado al mundo de manera notable a lo largo de la historia simplemente a través de los cristianos que viven su fe. Recientemente hemos llegado a temer a un cristianismo habituado, pensando que las rutinas robarían la vitalidad de nuestra fe. El efecto neto es que hemos reemplazado los hábitos que sorprenden al mundo por hábitos que imitan al mundo, y tanto nosotros como el mundo estamos sufriendo por ello.
La integración de los cinco hábitos del modelo ACERO (Animar a otros, Comer juntos, Escuchar al Espíritu, Reflexionar sobre Cristo, y Ofrecernos como enviados por Dios a la vida de los demás) ayudará a difundir el evangelio de manera orgánica, amable y sorprendentemente.
Michael Frost, reconocido en todas partes del mundo como un experto en el evangelismo y el discipulado, hace del evangelismo un estilo de vida que es satisfactorio, emocionante, efectivo y fácil de realizar.