¿Has sentido alguna vez como si estuvieras tomando dos pasos al frente y tres hacia atrás en tu caminar con Cristo? No te desanimes; ¡no estás sola! Quizás estés tambaleando y tropezando, pero por lo menos aún estás caminando; ¡no te has rendido! Algunas personas caen a la orilla del camino, y sus vidas se caracterizan por los deseos de la carne: enojo, amargura, odio, avaricia y envidia. Si sólo hubieran seguido, habrían podido aprender a caminar en el Espíritu. Fluyendo de esta vida hay amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y templanza - el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23).
Si no eres perfecta pero deseas llegar a ser más como el perfecto, el Señor Jesucristo, este estudio bíblico te desafiará.