El 27 de abril de 1934, un pequeño niño nació y creció para convertirse en un evangelista vagabundo con pantalones emparchados, con el fin de desafiarte ferozmente a creer en algo demasiado bueno para ser cierto: Dios te ama tal como eres y no como deberías ser. Su nombre es Brennan Manning. Ha predicado enfáticamente sobre un amor de Jesús vasto, inmerecido, sin límites y libre. Y ha señalado fielmente a una gracia tierna y elementalmente furiosa.
Pero antes de que su “evangelio andrajoso” fuera conocido, Brennan Manning fue hijo, hermano, soldado, periodista, sacerdote, esposo, un padre y amigo. Esta es parte de esa historia, un retazo necesario del gran rompecabezas de la gracia. Estas páginas cuentan la historia de un hombre cuyo nombre no fue siempre Brennan.