La oración tiene un verdadero y enorme poder. Descubra que no tiene que ver con obtener de Dios lo que necesitamos, sino que está relacionada con entregarle a Dios todo lo que El anhele de nosotros.
Algunas veces estamos ciegos en nuestras oraciones. Maria Magdalena lloraba en la tumba clamando por el cuerpo de Jesús. ¿A quién estaba clamando? Al mismo Jesús, pero no lo sabía. De manera inigualable, Oswald Chambers manifiesta el verdadero y enorme poder de la oración.