Frente a la cada vez mayor invasión de etiquetas psicológicas a los problemas de la gente, Edward Welch analiza bíblicamente los motivos que nos hacen ceder ante las exigencias de los demás. Él propone que “el temor al hombre” es la descripción bíblica a los problemas bautizados por la psicología actual, y que, por tanto, es el temor a Dios lo que debe gobernar nuestra conducta hacia los demás.