Padres Apostólicos es un concepto tradicional aplicado a los primeros escritos patrísticos realizados por autores de quienes, tradicionalmente, se cree que fueron discípulos directos de los apóstoles o mantuvieron con ellos una estrecha relación.
Sirven como puente entre los escritores neotestamentarios y los grandes apologistas del siglo III y constituyen un verdadero tesoro que nos transmite de forma directa el pensamiento y las costumbres de la Iglesia Primitiva en su interpretación de las enseñanzas del Señor. A saber:
- La Didaché o Enseñanza de los Apostóles, a la vez compendio de moral y manual de instrucciones sobre los ministerios y formas de culto de la Iglesia Primitiva.
- Las dos Cartas de Clemente a los Corintios; las siete Cartas de Ignacio Mártir, advirtiendo a las iglesias contra las falsas doctrinas; la Carta de Policarpo, que recibió la enseñanza por los propios apóstoles y su Martirio; la Carta de Bernabé, un tratado del «conocimiento perfecto» que se acompaña a la fe; la Carta a Diogneto, un discurso apologético de la fe que constituye una verdadera perla de la literatura de la Iglesia Primitiva; los Fragmentos de Papías o Explicación de las sentencias del Señor, tratando de poner orden ante la proliferación desordenada de «evangelios» apócrifos, escritos por los gnósticos.
- Y finalmente, El Pastor de Hermas, otro documento importantísimo que, por su naturaleza didáctica, con su hermosa alegoría del maestro divino, que comunica a Hermas los preceptos y lecciones que han de ser transmitidas para instrucción de la Iglesia, se convirtió en un texto que cristianos para instrucción de la Iglesia, se convirtió en un texto que cristianos antiguos tenían en gran estima y utilizaban como «catecismo» a fin de preparar a los nuevos convertidos para el bautismo.